Con la invasión de Porto Alegre por hinchas argentinos, no faltaron escenas inusitadas este miércoles entre las denuncias policiales. El ambiente de fiesta facilitaba la vida de quien quería ver el partido de cualquier modo (cuatro nigerianos fueron atacados por argentinos que les hurtaron su dinero y entradas); o por quien pensó en ganar dinero con la pasión de los demás (hubo casos de dos cambistas indios detenidos por vender entradas, además de incontables casos de entradas falsas).
Un tipo de golpe fue repetido varias veces. A Alfredo Santos, 46 años, que está en Porto Alegre con su familia hace 11 días, fue robado por hermanos que le tomaron cuatro entradas a pocos metros de cruzar la barrera policial.
- Ellos se aproximaron, comenzaron a cantar y a saltar. Cuando fui a protegerme de los empujones, me quitaron las entradas - contó.
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Golpe del reloj
Dos argentinos fueron detenidos en flagrante por robar la entrada de un brasileño. En la fila para pasar por el chequeo de la Policía, donde solo se permitía pasar a quien presentaba la entrada, un argentino se aproximó y preguntó la hora. Cuando la víctima levantó la muñeca para ver el reloj, el hombre le tomó la entrada de la mano y salió corriendo.
El hincha comenzó a perseguirlo y los policías siguieron atrás. Al ser detenido, el argentino dejó que la entrada cayese al suelo. Otro argentino se aproximó y pisó la entrada, en el intento de esconderla. Los dos fueron detenidos.
Dólares perdidos
El comerciante de Buenos Aires Gustavo Gimenez, 37 años, llegó a Porto Alegre el martes, con la esperanza de ver el partido. Este miércoles por la mañana, encontró un cambista cerca del hotel donde estaba hospedado en el Centro. El hombre le vendió una entrada por US$1,5 mil (R$3,3 mil). Al llegar al estadio, Giménez fue impedido de pasar. El ticket era falso.
- Lo miré bien, pero no sabía cómo era la entrada. Compré sin saberlo - se lamentó Giménez.
Ladrón perdonado
El nigeriano Sharif Rabiu, 49 años, caminaba hacia el estadio cuando un argentino le arrancó la entrada del bolsillo. Los policías detuvieron al ladrón enseguida. Conducido a la comisaría móvil de la Policía Civil, la víctima se desesperó al saber que tendría que declarar y aguardar los procedimientos para registrar la denuncia. El partido había comenzado hacía 10 minutos.
Sharif terminó por no presentar queja y corrió para el estadio. El argentino bajó la cabeza dos veces y dijo "perdón, perdón", y trató de desaparecer.
Plan casi perfecto
A pesar de las acciones de las autoridades brasileñas, un barrabrava creyó que había conseguido esquivarse del bloqueo en la frontera. No dio resultado. A Raúl Daniel Paz, 44 años, lo aprehendieron cerca de la fan fest. Su nombre constaba en la lista de impedidos de entrar a Brasil debido a su participación en actos de violencia en estadios.
Paz estaba siendo seguido por un agente del servicio de inteligencia que había descubierto su presencia en la Capital. Notificado por la Policía Federal, debe salir de Brasil en las próximas 24 horas.
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Traducción: traduzca.com
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